LA DEMASIADA lucidez es una aberraci贸n. Recuerdo que en su d铆a tuve el pensamiento terrible de preguntarme si Iratxe era la mujer m谩s adecuada para m铆. Me hice el siguiente planteamiento: si hubiera tenido la oportunidad de conocer, aunque sea imposible, a los 3500 millones de mujeres del mundo, ¿c贸mo no iba a existir una mujer o muchas mujeres con las que congeniara a煤n m谩s? Este tipo de pensamientos no se deben tener cuando uno est谩 enamorado, por eso digo que la lucidez es un boomerang, pero resulta que se lo comuniqu茅 a Iratxe y extraje de ello un gran alivio, porque ella gastaba un ego del mismo tama帽o que el m铆o y me respondi贸 tajante:
—Una mujer mejor que yo imposible. Ni en este ni en otros cien planetas.